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sábado, 12 de abril de 2014

El capacete en el siglo XV. Introducción


El capacete en el siglo XV, más que un casco.


Capacete español de finales del siglo XV. The Metropolitan Museum of Art, Arms and Armor (13,212)
Image © The Metropolitan Museum of Art
 
El capacete es un tipo de casco abierto utilizado durante el final de la Edad Media y el principio de la Edad Moderna.
En cierta manera sería heredero de los “capiellos de ferro” y de los “sombreros de guerra” usados durante el siglo XIV.
La búsqueda de la mejor protección posible para la cabeza,  especialmente de los infantes, llevó a perfeccionar los cascos durante el siglo XV dotándoles de una superficie más ergonómica y de amplias alas caídas.
Se creó así un tipo de casco, el capacete, que fue ampliamente utilizado durante el siglo XV y también durante el siglo XVI, con diversas variantes para adaptarse a los nuevos tiempos.
El éxito de este tipo de casco vino dado por ofrecer una buena y amplia  protección para la cabeza dado que su altura le permitía protegerse frente a los golpes desde arriba, mientras que su forma permitía desviar el impacto de armas blancas y proyectiles.
Además al tratarse de un casco abierto permitía tener un mayor campo y control visual y auditivo de todo lo que ocurría alrededor.
El único punto vulnerable del sujeto en este caso sería la cara y el cuello, problema que fue solucionado con la adopción del barbote o gorjal como protección complementaria con el uso del capacete.
Aunque se piensa que se trató de un tipo de casco usado inicialmente por la infantería su uso fue muy pronto adoptado también por los caballeros, que rápidamente supieron apreciar las ventajas del capacete.
Siendo utilizado por los hombres de armas a caballo y especialmente por los jinetes.
Disponemos de datos para afirmar que el capacete fue también utilizado en el Reino Nazarí de Granada, lo cual no es de extrañar ya que este casco se amoldaba bastante bien a las necesidades de movilidad y control que tanto gustaban al soldado y al jinete nazaríes.
Podría afirmarse que el capacete fue el tipo de casco más ampliamente utilizado y difundido en la Península Ibérica durante la segunda mitad del siglo XV; siendo en cierta manera un tipo de casco genuinamente peninsular, ya que fue aquí donde su producción y utilización tuvo un mayor alcance.
Fueron especialmente famosos los capacetes fabricados en los talleres y armerías de Calatayud, donde también eran fabricados los gorjales. El capacete se solía fabricar a partir de  una única lámina de metal.
Actualmente se conservan en diversas colecciones y museos de todo el mundo una amplia representación de este tipo de casco peninsular, existiendo cascos sencillos y otras piezas de gran lujo y exquisito acabado.

Partes del capacete:

Los capacetes eran forjados a partir de una única pieza de metal.
Es característico que presenten una arista mediana longitudinal que en ocasiones puede formar una cresta sobre la parte superior del casco o calva.
Las alas caídas fueron amplias durante el siglo XV, desarrollándose (en la mayoría de los casos) a partir de un punto de inflexión que marca el final de la calota del casco y el inicio del ala.
Partes de un capacete. The Metropolitan Museum of Art. Image © The Metropolitan Museum of Art
Es muy habitual la presencia de remaches decorativos en distintas partes del casco o del ala.
En aquellos casos más lujosos se presentan decoraciones de latón dorado u otro tipos de adornos, incluidos portapenachos para plumas.

 

viernes, 4 de abril de 2014

El caballero nazarí escondido en las "sargas" del Monasterio de San Salvador de Oña (Museo Provincial de Burgos)

 
Cuando hace varios años visité por primera vez el Museo Provincial de Burgos yendo de sorpresa en sorpresa y cuando parecía que nada podía superar  lo ya visto, su itinerario me condujo hasta la zona de Bellas Artes, donde en una  gran sala se exponen ocho magníficos cuadros, “sargas”, provenientes del Monasterio de San Salvador de Oña, pintados entre los años 1500 y 1510, y en los que se representan escenas de la pasión de Cristo.

Cada cuadro era mejor al anterior, los ropajes, las armaduras representadas de los soldados “romanos” y “hebreos”, sus armas… que siguen  las modas peninsulares del cambio de siglo  pero con clara influencia de finales del siglo XV.

Pero entre todos aquellos personajes uno me llamó la atención.
Se encontraba en un segundo plano, no realizaba ninguna acción concreta, no esperaba ser el centro de ninguna mirada, estaba allí como podría estar el paisaje, nada más.

Se trataba de un caballero, vestía piezas de armadura para brazos; sobre el torso una brigantina y un turbante en la cabeza. Nada más verlo supe que era un jinete nazarí, sin mayores pretensiones, simplemente estaba allí…

Descripción del jinete nazarí
No sabría decir exactamente por qué pero al ver esta pintura tuve enseguida la impresión de estar ante un genuino representante de la caballería del Reino Nazarí de Granada de finales del siglo XV.

Se trata de un hombre a caballo, monta “a la jineta ”, con las piernas semiflexionadas para tener un mayor control sobre la montura. El caballo va enjaezado con un cabezal con decorativas borlas y el bocado está preparado para este tipo de monta, mientras que el estribo para apoyar el pie es ancho.

Protege su torso con una brigantina de color rojo, abrochada por delante con correas.
Protege los brazos con piezas de armadura para brazos, antebrazos y codales.
Cubre su cabeza con un turbante (alhareme), y lleva una capa de color rojo que le cae sobre las piernas.
A la cintura se aprecia el puño de un arma, posiblemente una daga de orejas, mientras que por debajo de la capa sobresale la vaina recta de una espada. En su mano derecha sostiene una lanza con un penacho rojizo entre el hierro y el asta.
Su escudo es una adarga de cuero, de forma bilobulada, sencilla sin decoración ni borlas, sólo presenta el refuerzo de los bordes y la espina central. La adarga va colgada del arzón delantero de la silla de montar.

Conclusiones:
-      Nos encontramos ante un jinete nazarí que utiliza en su panoplia como elementos defensivos protecciones de metal para los brazos, brigantina y adarga.
 
-      Sus armas ofensivas son: daga, espada recta y lanza.

-      Esta imagen nos acerca una vez más a la idea de la similitud de la panoplia de los jinetes “cristianos” y “moros” a un lado y otro de la frontera.

 
Para conocer más:


Viajar con el arte de Sira Gadea:
Las sargas de San Salvador de Oña en el Museo de Burgos